LIBROS GRATIS: MANUAL DE CULTIVO DE SEMILLAS


Nuestro huerto, ubicado en las laderas de una montaña, en Willits, California, es una enseñanza y aventura. En el lugar hay una gran variedad de diferentes tipos de suelo y micro-climas. 


Las amplias camas de cultivo, atestadas de plantas, cubren las laderas con una maravillosa alfombra de diversidad vegetal. Muchas de las plantas que consideramos indispensables, están disponibles para nosotros solamente porque cultivamos nuestras propias semillas.

 La col perenne, la cebolla Cavagnaro, la papa Binje, un tomate nohibrido adaptado al sitio y el amaranto Fotete son sólo algunas de las que aquí cultivamos y que no tienen una fuente comercial. Muchas de las variedades de lechuga que cultivamos para el mercado son variedades que hemos desarrollado nosotros mismos a través de muchos años de selección.

 Las plantas que seleccionamos para producir semillas están esparcidas por todo el huerto. Plantas solitarias de lechuga en varias etapas de floración están por aquí en medio de una cama de papas y por allá en el borde de una cama de jóvenes plantas de chile. Las inflorescencias apretadas de cebollas ondean en la brisa, sus blancas coronas tocándose unas a otras.
 En la cama "A", más abajo del círculo junto a un árbol de pera y algunas habas que se están secando, se mira un grupo elegante de chirivías asemillando. Miden dos metros o más y terminan en forma de una ancha sombrilla de flores amarillas minúsculas. Las habas ofrecen un contraste oscuro a estas alegres chirivías; son negras y melladas, quebrándose, como un ejército de palitos quemados, la consecuencia desastrosa de un pequeño incendio forestal. La flor del haba era un símbolo de muerte en la Europa Medieval. Me imagino que esta asociación se refería a la planta durante su período seco. Es la esencia de la muerte y el decaimiento; sin embargo, esos tallos están repletos de vainas secas que al abrirse revelan hermosas semillas, suaves y firmes. Algunas de nuestras habas nos las enviaron amigos de América del Sur. Una de las variedades, tiene enormes habas amarillas con grandes manchas rojas. Otra variedad tiene semillas pequeñas y verdes. La mayoría de los horticultores no están familiarizados con los ciclos completos de los cultivos de sus huertos. Muchos cultivos experimentan una serie de cambios mientras asemillan. Por ejemplo, los colinabos en la loma superior de nuestro huerto; se plantaron ocho raíces el otoño pasado y ahora, en la mitad del verano, tienen enormes tallos secos y duros, cubiertos con miles de vainas espinosas. Se sostienen con palos e hilos. A principios de la primavera éste era el sitio de una sucesión continua de florecimiento, vibrante por la intensa actividad de las abejas. Ahora, estas plantas están listas para ser cosechadas. Lo hacemos poniendo los tallos en una bolsa o un balde, y usando guantes, frotamos las vainas entre las manos. Las cascarillas se remueven fácilmente, pues quedan en la superficie y las semillas van al fondo. No toma más de quince minutos cosechar un millón de semillas de estas plantas. Cada una es un paquete perfecto de vida. ¡Soy rico! No todas las plantas que están dando semillas se ven "bonitas", como es el caso de las habas. Los áfidos infestan las coles que parecen estar pudriéndose, y las plantas de chícharo se blanquean y marchitan. Sin embargo, hay un balance estético en todo el proceso. Estas plantas y sus semillas serán huertos en el futuro.

Ya que nuestro enfoque es la investigación del cultivo de alimentos, nuestro tiempo y espacio para los aspectos puramente ornamentales de la horticultura es limitado. Pero sí tenemos ramos de flores, unas por aquí y otras por allá, y nuestras hierbas aromáticas favoritas esparcidas por todo el huerto. Bajo la sombra de un árbol hay un lugar para sentarse y platicar, o para tomar una siesta o simplemente para estar solo. Así, como debe usted reservar siempre un espacio en su huerto para tener un buen lugar con sombra para sentarse, también debe hacer espacio para sembrar plantas que produzcan semillas. De hecho, en promedio, usted necesita sólo el 3% de área adicional1 para producir toda la semilla para el huerto del siguiente año —y hasta mucho más, como se describirá después en este manual. Considere la diversidad de los climas y condiciones de crecimiento en América del Norte y el hecho de que casi todas nuestras variedades comercialmente disponibles se producen en un número reducido de manchones pequeños que son aislados geográficamente. 
¿Cuántos de los cultivos que usted produce en su huerto son únicos en su área? ¿Cuántos han sido “moldeados” por el huerto mismo al irse adaptando a las condiciones específicas? El propósito de este manual es demostrar que usted puede cultivar su propia semilla en una pequeña área y obtener muchos beneficios. Intenta a la vez que usted sea capaz de contestar a las preguntas: 
"¿Cuánta semilla y cuántas plantas necesito?" y "¿Qué área necesito cultivar para llegar a ser autosuficiente en semillas?". Saber estas respuestas es el primer paso para hacer realidad la producción de semillas dentro de los procesos normales de su huerto de manera continua y sostenible.  
Producir sus semillas lo involucrará de una manera más completa en el ciclo de su huerto y aumentará su sensibilidad y aprecio por él. El enfoque cambia de "incrementar la producción" a "reproducción". Los datos presentados son recursos que requiere, como: Herramientas para ayudarle a comenzar, formularse un plan y llevarlo a la práctica. El verdadero equilibrio está entre el manejo cuidadoso y eficiente del huerto y el permitir dócilmente que la naturaleza tome su propio camino. ¡Dejar que nazcan mil flores! 
Peter Donelan

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FUENTE: http://growbiointensive.org

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