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Las abejas, al igual que todos los animales incluido el ser humano, son sensibles a las bacterias, virus y parásitos. 

Su resistencia a los factores adversos es mayor si se encuentran en óptimo estado sanitario y de nutrición. 

Los retos ambientales, entre los que cabe citar los productos químicos usados para proteger las cosechas de los insectos y la maleza, pueden tener efectos perjudiciales para la salud de las abejas, así como factores climatológicos desfavorables. 

También es importante de aplicar las buenas prácticas de manejo de las colmenas para crear condiciones óptimas para un buen estado sanitario de las abejas. 

Hay que procurar de prevenir enfermedades, pues siempre sale más caro curar que prevenir

Se entiende por salud, cuando el animal está libre de agentes etiológicos y de desviaciones genéticas o fisiológicas, lo que permite que exprese su capacidad reproductiva y productiva en un lugar y momento determinado”. 

Como es conocido, las colonias de abejas, y en especial las de Apis mellifera L, constituyen sociedades tan desarrolladas y existe tal interdependencia entre sus miembros, que de hecho se consideran unidades biológicas básicas (y epidemiológicas, como veremos más adelante). 

Básicamente, ninguno de sus miembros puede sobrevivir si no es dentro del conjunto (la colonia). 

Los insectos en general son de sangre fría, pero la colmena se comporta como un organismo capaz de regular su temperatura a través de mecanismos que requieren un alto gasto energético: ¡MIEL! Partiendo de lo anterior, una colmena saludable sería aquélla que tenga una buena condición corporal (que no quiere decir tamaño o cajones superpuestos), sino cantidad de abejas por marco, cría y reservas (miel y polen), además de la ausencia de “manifestaciones de enfermedad”. 
No es posible separar los conceptos de SALUD y ENFERMEDAD de la NATURALEZA de las enfermedades, como se puede apreciar en la siguiente figura. 

Éste es un buen ejemplo metodológico para transmitir estos conceptos a personas que no tengan una formación médico-epidemiológica e incluso, un bajo nivel de instrucción. 


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