¡Vamos a emprender juntos una gran aventura! Partiremos de la tierra, le
pondremos las semillas y las plantas y la iremos alimentando con agua, sol,
abono, los bichitos y hojas secas del suelo y, sobretodo, con nuestra ilusión
y caricias. Al final, la tierra dará sus frutos y habremos creado la vida, en
forma de habas o de hierba, todo puede ser, pero seguro que habremos
disfrutado de nuestro trabajo en común y llenado el cesto de grandes
experiencias.
Aunque parezca complicado, en realidad para tener un huerto en la escuela
no se requiere ni de mucho espacio, ni de mucho tiempo, ni de mucha
experiencia. Lo verdaderamente importante son nuestras ganas y a cuenta
más gente contagiemos con ellas mucho mejor. Con todo, obtendremos
unos productos sanos, saludables y elaborados respetando el medio
ambiente, seguiremos la tradición de nuestros mayores y aprenderemos
técnicas nuevas para adaptar la tradición a la actualidad
Fuente: https://www.fundaciontriodos.es